Las personas mayores afectadas por insomnio, dolor, o cualquier otro malestar físico o emocional, perciben mejoría de forma inmediata al ser tratadas con Reiki. Además, durante los tratamientos se abordan las disfunciones que puedan existir a niveles más profundos, teniendo como resultado una mejor calidad de vida. El dolor se mitiga y se van equilibrando paulatinamente los desajustes emocionales y mentales.
Tratamiento de Reiki en personas con demencia Los mayores que padecen cualquier tipo de demencia suelen ser personas desorientadas e indefensas en cuanto a lo que les rodea y muy perceptivas y sensibles emocionalmente. Estas características son las que hacen a estos pacientes especialmente receptivos al Reiki.
Las altas frecuencias de la vibración energética alivian el dolor físico, pero también liberan tensiones mentales y emocionales proporcionando serenidad y aceptación. Con esta terapia se alcanza un estado de relajación, armonía y plenitud que sustituye a los temores y desorientación propios de estas enfermedades.
A lo largo del tratamiento, familiares y médicos perciben la mejoría del paciente. La enfermedad no desaparece, pero mejora su estado general.
En el caso de Alzheimer o de cualquier tipo de demencia derivada de la edad, el terapeuta incide especialmente en la cabeza (frente, cerebelo y sienes) y en el estómago, vientre, rodillas y plantas de los pies.